"Hijo de ladrón" es el relato de un joven de 16 años llamado Aniceto Hevia, quien cuenta sus aventuras y desventuras desde el día en que sale de la cárcel, tras haber sido acusado falsamente de un robo a una joyería. Desde este punto, Aniceto comenzará a reconstruir su infancia, ayudado por los personajes que viven en sus recuerdos y que conforman su memoria personal. Así, recorriendo su pasado nos contará su historia y los hechos que lo llevaron hasta el presente. Manuel Rojas plantea en este libro el tema de la sabiduría de enfrentar la existencia desde una situación de marginalidad y de abandono social. Los postulados que plantea Rojas frente a la existencia, frente a la vida, forman parte de la sabiduría que surge de la experiencia de la vida cotidiana.
“Imagínate que tienes una herida en alguna parte de tu cuerpo, en alguna parte que no puedes ubicar exactamente, y que no puedes, tampoco, ver ni tocar, y supón que esa herida te duele y amenaza con abrirse o se abre cuando te olvidas de ella y haces lo que no debes, inclinarte, correr, luchar o reír; apenas lo intentas, la herida surge, su recuerdo primero, su dolor enseguida: aquí estoy, anda despacio. No te quedan más que dos caminos: o renunciar a vivir así, haciendo a propósito lo que no debes, o vivir así, evitando hacer lo que no debes.”
Manuel Rojas nació el 8 de enero de 1896 en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
A lo largo
de su vida escribió distintos libros e historias a partir de sus vivencias
personales. Él supo llevar todo lo que vivió a la literatura.
En 1936
fallece su primera esposa y es en este momento que comienza su trabajo con
“Hijo de Ladrón”. Trabaja en esta novela durante 15 años, publicándola en 1951
y fue un éxito total, pues la literatura chilena en esos tiempos era muy
convencional, en cambio, Manuel Rojas escribe una historia de vida relatada a
modo de una conversación vivaz, llena de las emociones y sentimientos del mismo
protagonista.
Como
escribe a partir de vivencias personales, el autor puede adentrarse en la
psicología y personalidad del protagonista y recrear un entorno realista
basándose en sus propias experiencias.
Relata la
existencia más oscura del pueblo y la gente, en una época marginal, donde
el desamparo y la pobreza predominaban en un complicado escenario donde el
prejuicio social hacía luchar al ser pobre y vagabundo por una vida digna,
adentrándose en el peligroso escenario de la delincuencia.
No es un
libro de crítica social. Manuel Rojas nos muestra un escenario, una cara oculta
de una realidad pocas veces vista, nos lo describe con sus más arrolladoras
palabras, pero es siempre así; claro, censillo e interesante. Motiva al lector
a seguir leyendo, nos obliga a adentrarnos en el mundo que él mismo vio con sus
propios ojos. Su talento para describir la naturaleza humana lo han llevado
lejos.
El libro es
una autobiografía del propio Manuel Rojas, pues su vida y la vida del
protagonista son levemente parecidas.
Manuel
Rojas pertenece a la generación de escritores de la década de los 50 que tuvieron
como objetivo plasmar con su puño y letra el mundo popular en una dimensión
social y humana. Fueron influenciados por el turbulento panorama político de la
época en el cual la literatura se
desarrolló. Eran comunes los temas como la injusticia social, la explotación,
la vida miserable de los suburbios, la degradación moral en la pobreza y la
corrupción en el poder.
Siguiendo
el camino del Neocriollismo, este tipo de literatura marcó un punto en la
historia cultural de Chile, develando un lado social que permaneció oculto para
muchos y que estos escritores lograron desvelar. Se instauró una revolución
silenciosa pero aclamada por el pueblo mismo.